En la era digital, donde nuestra información personal está más expuesta que nunca, el control sobre nuestra identidad se ha convertido en una de las principales preocupaciones a nivel global. Cada día, al registrarnos en plataformas o realizar trámites en línea, entregamos fragmentos de nuestra identidad a terceros sin saber exactamente dónde termina esa información ni qué uso le darán. Esta realidad nos deja vulnerables, sin el control sobre algo tan valioso como nuestra identidad.
¿Cómo tener control de nuestra identidad digital?
Blockchain ofrece la posibilidad de:
- Descentralizar la información
- Gestionar los datos de forma segura y transparente
- Favorece a la gestión de permisos personalizados
La idea de tener el control absoluto sobre nuestra identidad digital es crucial. Blockchain se presenta como una alternativa para cambiar este modelo por completo. Su capacidad para descentralizar y gestionar la información de forma segura abre la puerta a una identidad digital autosoberana. Esto significa que, en lugar de que terceros controlen nuestros datos, seríamos nosotros quienes decidiremos qué información compartir, con quién y en qué momento pero, ¿qué implica realmente dar este paso hacia la redefinición de una identidad digital?
No se trata sólo de evitar el fraude o de protegernos de filtraciones, sino de devolvernos el poder sobre nuestra propia información. A diferencia de las bases de datos tradicionales centralizadas, blockchain propone un modelo descentralizado, transparente y seguro para gestionar nuestra identidad digital, donde el verdadero propietario de los datos personales es el usuario, no las empresas o las instituciones. Ya no sería necesario entregar copias de documentos a distintas entidades, pues la verificación de datos personales podría hacerse de forma directa y segura a través de una red distribuida.

El verdadero potencial de blockchain no solo radica en la seguridad, sino también en la posibilidad de gestionar permisos personalizados. Podríamos, por ejemplo, permitir que una institución financiera acceda únicamente a nuestra información crediticia, mientras que un servicio médico podría consultar solo nuestros datos de salud, sin almacenar información adicional. Todo esto manteniendo siempre el control y reduciendo el riesgo de filtraciones, facilitando el acceso a servicios de manera más ágil y eficiente.
Blockchain nos ofrece una alternativa poderosa para nuestra identidad, pero también plantea nuevas responsabilidades. Ser dueños de nuestra identidad digital implica gestionar nuestras propias claves criptográficas y aprender a protegerlas. ¿Qué pasa si las perdemos o si no estamos familiarizados con el funcionamiento de la tecnología? El riesgo no desaparece, solo cambia de forma. Ya no dependeremos de instituciones centralizadas, pero si de responsabilizarnos al compartir información, por lo que el proceso debe ir acompañado de regulación, educación y nuevas soluciones que hagan esta transición más segura y efectiva.
El reto es grande, pues implementar este tipo de tecnologías requiere de infraestructura y un cambio de mentalidad. Con la tecnología adecuada y el enfoque correcto, podemos avanzar hacia un modelo más justo y seguro. Sin embargo, es importante mencionar que este futuro no depende solo de la tecnología, sino también de nuestra capacidad para adaptarnos, aprender y asumir las nuevas responsabilidades que vienen.
SOBRE EL AUTOR

Cristina Loustaunau es co-fundadora de Zona Tres e ICP Hub México, enfocada en impulsar el desarrollo de soluciones blockchain. Coordina las actividades de ICP Hub LATAM, representando a la región en el protocolo Internet Computer. Su labor fortalece la presencia de Latinoamérica en tecnologías descentralizadas. Es experta en blockchain, criptomonedas y el impulso de mujeres en tecnología.