En la última década, la inteligencia artificial irrumpió en casi todas las industrias y el sector financiero no fue la excepción. Es una realidad a la que vale la pena adaptarse el hecho de que las predicciones del mercado ya no sólo dependen de los humanos para analizar datos y predecir movimientos, sino que en este punto la IA juega un papel relevante ya que algoritmos avanzados están ayudando a gestionar inversiones con una velocidad y precisión sin precedentes. En América Latina, esta transformación presenta un desafío, pero también una oportunidad única para redefinir el futuro del capital en la región.
¿Cómo la IA puede potenciar el mercado?
- Democratización de las inversiones
- Predicción del mercado y gestión de riesgos
- Inclusión para el sector financiero de América Latina
En los mercados financieros globales, la IA está transformando la forma en que se gestionan las inversiones: las investigaciones sugieren que los avances en esta tecnología podrían aumentar el PIB mundial en un 7% -casi 7 billones de dólares- e impulsar el crecimiento de la productividad en 1,5 puntos porcentuales.
Incluso, el Foro Económico Mundial indica que la inteligencia artificial impulsará un sector financiero más inclusivo en América Latina. Lo cierto es que la IA ya está presente en operaciones cotidianas de las instituciones financieras: esto incluye desde robo-advisors que gestionan carteras de inversión, hasta sistemas predictivos que analizan grandes volúmenes de datos para detectar patrones en los mercados. Si bien en América Latina, aún estamos rezagados en comparación con otras regiones, el potencial de crecimiento es innegable y es tiempo de hacer que esta herramienta juegue a nuestro favor.
Inversiones personalizadas y accesibles
Uno de los aspectos más interesantes de la IA es su capacidad para democratizar las inversiones. Plataformas de inversión que utilizan inteligencia artificial pueden crear portafolios personalizados para inversores con poco capital, algo que antes estaba reservado solo para los de mayor poder adquisitivo. En América Latina, donde el acceso a productos financieros aún es limitado para muchos, esta tecnología se presenta como un gran motor de inclusión.
Por ejemplo, startups fintech en países como Brasil y México ya están utilizando IA para ofrecer productos de inversión a bajo costo, ajustados a las preferencias y necesidades de cada cliente. Esto no solo permite que más personas accedan al mercado financiero, sino que también optimiza los retornos al basar las decisiones en datos y análisis precisos, en lugar de en emociones o corazonadas.
Predicción del mercado y gestión de riesgos
Uno de los mayores beneficios de la IA es su capacidad para prever el comportamiento del mercado y gestionar riesgos de manera más eficiente. En América Latina, donde los mercados financieros pueden ser más volátiles debido a factores políticos y económicos, la capacidad de predecir fluctuaciones puede ser vital. Incluso, la IA permite ajustar las estrategias de manera proactiva ante cambios en los mercados. Esto representa una gran oportunidad para los inversores en la región, especialmente en sectores como el tecnológico y el energético, que están sujetos a altas variaciones.
La investigación de inversiones es un paso clave para lograr una operación exitosa e implica recopilar y analizar información relevante sobre posibles oportunidades de inversión. Existen para esto asistentes con tecnología de inteligencia artificial para la investigación de inversiones. Amazon, por ejemplo, utiliza Amazon Bedrock Agents y Amazon Bedrock Knowledge Bases para ayudar a los analistas financieros a utilizar varias fuentes de datos financieros de texto, audio y bases de datos, y ciertas herramientas -como detección de frases, optimización de cartera, análisis de sentimientos y consulta de acciones- para recopilar información financiera.
No debemos olvidar que siempre es necesario hacer un poco de research al momento de tomar decisiones, no perdamos de vista que la IA no siempre será precisa y, si bien puede procesar grandes volúmenes de datos con rapidez, no está exenta de errores o sesgos. Un estudio de McKinsey revela que las empresas que utilizan IA en sus estrategias de inversión pueden enfrentar un 70% de probabilidades de sufrir fallos en la integración de estas tecnologías, especialmente si no cuentan con la infraestructura adecuada.
En América Latina, donde las regulaciones tecnológicas aún están en desarrollo, es fundamental que los gobiernos y las empresas trabajen en conjunto para establecer políticas claras que garanticen el uso ético de la IA. Esto incluye regular la recopilación y el uso de datos, y asegurar que las tecnologías sean accesibles para todos, no solo para las grandes corporaciones.
La inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar el mundo de las inversiones en América Latina, ofreciendo tanto riesgos como oportunidades. Para los inversores, la clave será abrazar esta tecnología de manera estratégica y ética, garantizando que no solo generen ganancias, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible y equitativo de la región.