Un anuncio de Banxico ilusiona a los promotores de la economía del futuro en México, sin embargo, es muy importante no desbordar las emociones.
En dos años, el Banco de México (Banxico, el banco central del país donde vivo) lanzará su propia moneda digital. De esta manera, la institución se suma -oficialmente- a la tendencia de las divisas digitales emitidas por un banco central (Central Bank Digital Currencies, CBDC).
Más allá del anuncio oficial (realizado durante los últimos días de diciembre de 2021), Banxico no ha revelado muchos detalles de su divisa digital. Sin embargo, según versiones de la prensa mexicana, en el no tan lejano 2024, dicha moneda funcionará de la misma manera que un peso mexicano físico, es decir, la podremos usar para pagar bienes y servicios en el país -los trascendidos periodísticos también afirman que el Banco de México diseñaría una wallet para almacenar y utilizar la divisa (como la cartera salvadoreña “Chivo”).
La noticia desbordó el entusiasmo de algunas personas. En uno de los medios más respetados en México, una nota sobre el tema se destacó así: “A un lado, Bitcoin, Banco de México tendrá moneda digital”. Creo que al autor le ganó la emoción. El anuncio de Banxico, en mi opinión, no significa -en ningún sentido- que la economía mexicana esté más cerca de una adopción plena de las criptomonedas. Aunque no disfruté escribir la última frase, creo que hay varias razones que justifican la mesura; sería un error suponer que la decisión de Banxico implica que México, por ejemplo, seguirá la misma ruta que ya transita El Salvador.
En primerísimo lugar, habría que aclarar que una CBDC no es una criptomoneda. Las criptodivisas, como ether o bitcoin, son monedas que no son controladas/reguladas por algún tipo de instancia central (gobierno, institución financiera, banco central). Como pasa con los billetes y monedas que usamos todos los días, una CBDC está sometida a la autoridad y gestión de un banco central. Aunque ambas comparten una naturaleza digital, son divisas radicalmente distintas. El lanzamiento de una CBDC, para el ecosistema cripto, no representa -creo yo- el surgimiento de un rival o un aliado.
Tampoco se debe olvidar que el gobierno mexicano, especialmente desde la tribuna de su Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no ha mostrado una actitud amistosa con las criptomonedas. El sector de las criptomonedas está parcialmente regulado (y no hay señales de que alguien esté muy interesado en cambiar esto), y funcionarios de Banxico y la SHCP han insistido en mantener “una sana distancia” entre el sistema financiero del país y los “activos virtuales”. La divisa digital del Banco de México, me parece, no significa un cambio de percepción -no veo indicios de ello (¿alguien sí los detecta?).
Ahora bien, este año me he propuesto reducir mis niveles de amargura y pesimismo. Y para honrar tal decisión, no dejaré de señalar un aspecto positivo del asunto: al parecer, la innovación, quizás con cierta lentitud, gana terreno en el ecosistema económico de México, la segunda economía de Latinoamérica.
Que Banxico apueste por desarrollar una moneda digital (y mejor aún, que fije un plazo razonable -2024- para la puesta en marcha del proyecto) es sin duda un paso alentador, especialmente porque señala una buena disposición a innovar, a abrirle la puerta a nuevas ideas. Ojalá que la decisión de Banxico nos impulse a tener una discusión, seria y objetiva, sobre la adopción de las criptomonedas en mi país.
En uno de los medios más respetados en México, una nota sobre el tema se destacó así: “A un lado, Bitcoin, Banco de México tendrá moneda digital”. Creo que al autor le ganó la emoción. El anuncio de Banxico no significa -en ningún sentido- que la economía mexicana esté más cerca de una adopción plena de las criptomonedas.
*¿En tu país se está trabajando en un proyecto de CBDC? ¿Crees que eso ayude a la adopción de criptomonedas? En CryptoConexión nos encantará conocer tu percepción.
