La revolución digital llevó a que las reglas del juego del día a día comenzaran a mutar: ¿sigue existiendo la línea que separa el mundo físico del digital? ¿Pueden estos dos universos separarse como el agua y el aceite o ya estamos encaminados en una relación de necesidad mutua?
Con la llegada de Web3 inicia una revolución que está cambiando la manera en que interactuamos entre nosotros y con la tecnología.
Esta evolución de internet nos permite ser dueños de nuestros datos y activos así como tener el control de ellos. Nos garantiza transparencia y seguridad.
Los cambios están impactando en la forma que trabajamos, generando oportunidades en una economía cada vez más flexible y abriendo un escenario cultural autónomo e independiente para la creación de ideas.
Finalmente, está cambiando nuestras finanzas al romper las barreras impuestas por sistemas tradicionales y permitiéndonos la realización de transacciones seguras, sin intermediarios.
Web3 abrió las puertas a un futuro fascinante y lleno de promesas. Al combinar tecnologías como blockchain, contratos inteligentes o criptomonedas, esta nueva versión de la web tiene el potencial de transformar nuestras vidas en diversos ámbitos que van desde el desarrollo personal y laboral hasta el económico y financiero.
Sin dudas, en los últimos años hemos sido mucho más que testigos de la revolución digital: hoy somos partícipes indiscutibles de una era de Internet que empodera a sus usuarios y nos lleva a adoptar un rol protagónico que nos otorga mayor control, participación y oportunidades económicas.
Esta transición hacia una web más inclusiva, transparente y orientada a las necesidades y valores individuales y colectivos ya impacta sobre la vida de un gran número de personas y seguirá impactando porque diariamente suma seguidores.
Para ver la magnitud de la revolución a la que se hace referencia tengamos en cuenta que, desde su creación, la comunidad de internet jamás detuvo su crecimiento llegando a alcanzar según las últimas mediciones de 2023 cerca de 5.160 millones de usuarios, lo que representa el 64,4% de la población mundial.
Por más que nos hayamos subido a la ola de la evolución por autodidactas, curiosos, estudiosos, o simplemente porque nos arrastró la corriente, hay algo que sí es seguro: la interrelación que establecimos con el mundo digital está haciendo sus significativos aportes en cada vez más cantidad de áreas de nuestra vida cotidiana.
Promotores de la evolución
Web3 nos da soporte y un ecosistema en el que las personas podemos participar activamente en la creación y gobernanza de plataformas y aplicaciones descentralizadas. En pocas palabras, somos promotores de la evolución.
Podemos contribuir con ideas, votar en decisiones importantes y participar en la resolución de problemas. Somos parte indiscutible, y tenemos la capacidad de dar forma al desarrollo de la web de acuerdo con nuestras necesidades y valores.
Nos embarcamos en un cambio de paradigmas donde los usuarios somos dueños y tenemos el control de nuestros datos. Esto nos coloca en el centro de la toma de decisiones sobre nuestra propia información y nos otorga un mayor poder sobre nuestra privacidad.
Podemos decir entonces que Web3 pone a las personas en el centro de la experiencia en línea, brindándonos mayor control, participación y oportunidades económicas.
Pero, ¿en qué aspectos puede la red cambiar nuestras vidas?
Desarrollo laboral inteligente
Web3 transforma la forma en que trabajamos y colaboramos. Los contratos inteligentes permiten acuerdos transparentes y seguros, eliminando intermediarios innecesarios y reduciendo costos. Además, las plataformas descentralizadas de trabajo pueden proporcionar oportunidades más equitativas y accesibles para profesionales independientes en todo el mundo.
También puede fomentar la creación de mercados más justos y abiertos, donde el valor se distribuya de manera más equitativa entre los participantes.
No perdamos de vista que las plataformas descentralizadas basadas en blockchain están creando oportunidades para el trabajo remoto, la economía colaborativa y la creación de valor a través de la contribución directa.
Cultura descentralizada en Web3
Tiene también un impacto directo en la cultura al descentralizar la producción y distribución de contenido creativo. Las DApps y plataformas basadas en blockchain permiten a los artistas compartir y vender su trabajo de manera directa, eliminando intermediarios y brindando una mayor visibilidad a voces creativas independientes. Además, la tecnología blockchain ofrece soluciones para la autenticidad y la propiedad de obras de arte y otros activos culturales, lo que ayuda a combatir la falsificación y garantizar la protección de los derechos de los artistas.
Control y transparencia en las finanzas
Web3 tiene el potencial de democratizar el acceso a servicios financieros y romper las barreras impuestas por los sistemas tradicionales. Las criptomonedas y los contratos inteligentes pueden permitir transacciones más rápidas, seguras y económicas, incluso para aquellos que no tienen acceso a la infraestructura financiera convencional. Las finanzas descentralizadas (DeFi) están emergiendo como una alternativa innovadora a las instituciones financieras tradicionales.
Además, la tokenización de activos abre nuevas posibilidades de inversión y financiamiento, permitiendo a las personas participar en economías descentralizadas y acceder a oportunidades de crecimiento económico.
La tecnología blockchain permite transacciones financieras seguras y eficientes, eliminando intermediarios y reduciendo costos. Las criptomonedas y los tokens digitales están cambiando la forma en que almacenamos y transferimos valor, permitiendo a las personas tener un mayor control sobre sus activos financieros.
Si ampliamos la mirada y nos animamos a navegar en profundidad por la Web3, nos daremos cuenta del enorme potencial que tiene de cambiar radicalmente nuestras vidas en tantos aspectos.
Derribar las barreras que nos separan de las oportunidades, darnos control de nuestros datos, fomentar el intercambio y la transparencia, la colaboración, la equidad, democratizar el acceso a la información y los recursos promoviendo la interacción entre pares… la lista de cualidades que llevan a la Web3 a convertirse en una herramienta que hace su aporte por un mundo mejor podría continuar.
Pero mucho mejor que contárselo, es que se animen a descubrirlo en primera persona. ¿Qué están esperando entonces para sumergirse por completo en la Web3?
SOBRE EL AUTOR
Sabrina Santopinto es periodista especializada en capacitación y diseño de estrategias de comunicación. Cuenta con más de 15 años de experiencia y relacionamiento con periodistas y medios de Latinoamérica. Se especializa en media training para CEOs y líderes de compañías y desarrolla estrategias de comunicación para empresas de distintas áreas de expertise.
