Zona Tres, el espacio de creación para la próxima generación de desarrolladores latinos

Cristina Loustaunau estima que, en un futuro no muy lejano, los usuarios no van a tener la necesidad de entender cómo funciona la tecnología de blockchain, sino que simplemente usarán aplicaciones o la adoptarán en sus vidas de una manera muy fácil, de la misma forma que pasamos, casi sin darnos cuenta, de la web1 a la web2.

Loustaunau seguro sabe de lo que está hablando. Esta joven ingeniera de software mexicana es uno de los cerebros detrás de Zona Tres, una iniciativa de educación dirigida principalmente a desarrolladores y entusiastas que buscan crear soluciones basadas en los protocolos de Web3. En sus propias palabras, es un "hub educativo que está creando la próxima generación de desarrolladores latinos".

Lo que distingue a Zona Tres de otros proyectos es que ha creado un puente entre las comunidades enfocadas en varios protocolos diferentes: NEAR, Algorand, Ethereum, Solana, BNB Chain y Gear.

"Cada comunidad tenía como su nicho, su espacio, y hacía falta un espacio o un lugar en donde se pudiera hablar de cualquier protocolo", le dijo a CryptoConexión Loustaunau desde Nayarit, México, donde se desempeña como docente en la Universidad Tecnológica de Nayarit.

La meta es lograr que estos desarrolladores y entusiastas usen la tecnología blockchain como base para crear soluciones a diversos problemas en América Latina.

"Por ejemplo, una persona en Perú que nota que en su comunidad necesitan agilizar el proceso de toma de decisiones de cómo cuidar el agua y hacerlo de forma equitativa", explica Loustaunau. "Ahí se puede implementar una DAO que daría solución a la toma de decisiones de su región". Loustaunau se refiere a las Organizaciones Autónomas Descentralizadas que permiten la toma de decisiones por consenso entre sus miembros, quienes poseen tokens digitales que representan su participación de propiedad y poder de voto en la organización.

"Imagínate que esa persona que desarrolla la DAO pueda volverse un emprendedor que pueda así, proveer de mejores recursos a su región, mejorar la calidad de vida y en ese sentido, poder también crecer y ofrecer mejor nivel económico a su familia", comenta Cristina.

Con esto en mente, Zona Tres está por lanzar una plataforma donde las personas van a poder ingresar y seguir aprendiendo de una manera gratuita "Siempre buscamos eso, que todo sea gratuito, buscamos educar más, no lucrar con la educación". 

Los desarrolladores latinos a los que apunta Zona Tres tendrán también una especie de mentoría de proyectos, así como la construcción de una aplicación que los usuarios y los learners van a poder visualizar paso a paso con sesiones diarias "para que vean y conozcan el proceso de cómo construir una aplicación". 

Todas estas iniciativas se suman al programa universitario de Zona Tres, a través del cual tienen convenios con alrededor de 15 universidades en toda Latinoamérica, incluyendo la Universidad Central de Colombia, la Universidad de la Serena en Chile y la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Cualquier persona que quiera entrar en contacto con Zona Tres o sus talleres puede visitar su cuenta en Twitter, en Discord, su canal en YouTube o su perfil en LinkedIn.

Loustaunau se considera un producto de la Web1 y Web2 que está metida de lleno en la revolución de Web3. "Yo viví lo que fue el inicio del Internet con Web1, aquellas páginas web estáticas y donde nada más podías estar visitando", recuerda. En 2010 experimentó lo que ahora se conoce como el inicio de la Web2 y hasta el 2021 se desempeñó como docente de desarrollo de software en ese campo. Luego vino la pandemia del Covid-19 y sintió que necesitaba algún tipo de motivación, de cambio. "De alguna manera, quería un reto. Entonces escuché que habían unos bootcamps de NEAR (uno de los protocolos de Web3) y dije: pues voy a entrar a ver qué pasa".

Fue entonces cuando empezó a conocer a fondo la tecnología de blockchain. "Desarrollé mi primer contrato inteligente, o sea, mi primera puerta de entrada a blockchain, en Rust, un lenguaje bastante complicado y el proyecto que hice fue un marketplace de NFTs", dijo. Desde ese momento, quedó cautivada por las posibilidades de la tecnología. "Tanto así que me quedé ya a formar parte del equipo de educación de NEAR en Latinoamérica". 

Lo que más le llama la atención a Loustaunau de Web3 es el poder que esta tecnología le regresa al usuario.

 "La diferencia básica entre Web2 y Web3 es que en Web2, tú como usuario, tienes la libertad de poder interactuar con las plataformas, y se da mucho en redes sociales". Pero esto no es gratis. La forma en la que los usuarios pagan por estas soluciones es con su información personal. 

"La información de los usuarios es la moneda de cambio de las empresas, ¿en qué sentido?, en que tu información está comprometida si tú necesitas interactuar o para poder interactuar", dice. El abrir una cuenta en Google o en Facebook implica que estas empresas van a tener control de los datos de una persona para luego poder presentarles publicidad relevante, su principal fuente de ingresos.

Para Loustaunau, América Latina tiene una gran área de oportunidad. "Creo que a nivel global somos las personas que tenemos más oportunidad de desarrollar proyectos y construir soluciones debido a la condición en la que vivimos", asegura. Para ello, agrega, la clave es tener espacios que ofrezcan herramientas, asesoramiento y apoyo a los desarrolladores latinos como lo hace Zona Tres.

"No importa que no seas desarrollador, hemos visto que hacen falta también artistas, hacen falta abogados, hacen falta personas que entiendan de la tecnología y no necesariamente para construir, sino para aportar, y en conjunto toda una sociedad, y ahora sí que toda una comunidad, vamos a poder ofrecer soluciones".

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